Lara, que había estudiado Derecho y Administración de Empresas y que ahora dirige la empresa y lleva las redes sociales, pidió a Pepa que le hiciera varias muestras de tartas. “Creíamos que era más fácil empezar por el sector de la hostelería que por particulares. Mi madre decía que ya había muchas empresas haciendo eso, pero yo creía mucho en la idea. Me fui, cual comercial, a visitar unos 30 restaurantes. Todos me decían que no, pero yo seguía creyendo que teníamos las mejores tartas del mundo. No me desmotivé: sabía que iba a funcionar”.