¿Alguna vez te has quedado mirando el escaparate de una pastelería con cara de “me pones un pastel… «? o era una tarta?”? No te preocupes, aquí está Pepina Pastel para deshacer este lío.
En España solemos usar pastel y tarta como si fueran primos hermanos. Pero, ¿sabías que estos dos dulces tienen sus propias personalidades?
Después de darle más vueltas que una batidora haciendo merengue, vamos a desentrañar este misterio.
Pasteles: Los pepicampeones de la individualidad
¿Sabíais que el primer pastel nació en la Antigua Grecia? Sí, sí, como lo lees. Mientras los atletas competían en los Juegos Olímpicos, allá por el año de la pera, alguien tuvo la brillante idea de mezclar harina, queso batido y miel. ¡Y voilà! Nació el primer pastel para dar energía a los deportistas. ¡Imaginaos a Jasón y los Argonautas zampándose un pepipastel antes de salir a buscar el Vellocino de Oro!
Los pasteles son como esos amigos que van a su bola pero que todo el mundo quiere en su fiesta. Sus principales características son:
- Tamaño: suelen ser más pequeños, perfectos para comértelos tu solito.
- Forma: normalmente redondos o cuadrados, como una miniatura de felicidad.
- Textura: tienden a ser más esponjosos y ligeros ¡Como morder una nube de azúcar!
- Cobertura: pueden llevar o no, pero si la llevan, suele ser una fina capa de glaseado o azúcar glas.
- Ocasión:los pasteles están pensados más para el día a día, como tomarse un café en el bar.
- Posibilidad de ser salado como el pastel de verduras o de carne.
Tartas: Las pepireinas de las celebraciones
Mientras los griegos inventaron el pastel, los egipcios no se quedaban atrás. Allá por las pirámides, alguien pensó: «¿Y si mezclamos harina, leche o agua, y miel, y lo cocemos al sol sobre una piedra?». ¡Bingo! Nació la primera tarta.
Las tartas son como esa tía que siempre es el alma de la fiesta.
- Tamaño: Más grandes, pensadas para compartir (o no, no juzgamos)
- Forma: Generalmente son redondas, aunque las hay cuadradas y rectangulares.
- Estructura: Suelen tener varías capas, como un edificio de sabor.
- Relleno: Aquí es donde la cosa se pone interesante. Cremas, frutas…¡lo que quieras!
- Decoración: más elaborada, con frutas, cremas, fondant…¡Una pepiobra de arte comestible!
¿Y las tortas? ¿Dónde quedan?
¡Uy, uy, uy! Ahora que ya teníamos clara la diferencia entre pasteles y tartas, va y aparece la torta, esa prima lejana del pastel y la tarta, para liarla más que una reunión familiar en Navidad. Pero, Pepina Pastel lo vuelve a aclarar todo.
La palabra viene directamente del castellano antiguo «torta», que a su vez viene del latín tortam (torcida) y panem (pan). Es como si alguien hubiera cogido un pan y le hubiera dado más vueltas que a una falla en la «plantà».
La torta valenciana: Plana, crujiente y con una buena capa de azúcar por encima. Perfecta para mojar en horchata (¡sacrilegio!) o en chocolate caliente.
Consigue tus pasteles y tartas favoritas en Pepina Pastel
Así que ya ves nuestros dulces favoritos tienen más historia que el Miguelete. Aunque el pastel, la tarta y la torta puedan parecer primos hermanos, cada uno tiene su propia personalidad.
Y ya sabes, tanto si quieres un pastel para picar, una tarta para celebrar o una torta para mojar en horchata, en Pepina Pastel tenemos de todo. ¡Ven a probar nuestras pepinas y descubre por qué son más famosas en Valencia que las tracas y los petardos juntos!
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